Ganadora del Premio especial del jurado en el Festival de Cannes 1973.
Planeta Fantástico es un largometraje animado de Ciencia Ficción franco-checoeslovaco dirigido por René Laloux y animado por Roland Topor[1], esta cinta se encuentra entre los límites de la ciencia ficción/surrealismo y una analogía de hechos reales sucedidos en Europa.
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[1] Reconocido ilustrador, pintor, escritor y cineasta de corte surrealista que escribió una novela llamada El Inquilino, adaptada al cine por Roman Polanski.
El tema tratado en el filme es la opresión que sufre un pueblo al ser invadido por otro, esta temática es llevada a sociedades del futuro supuestamente avanzadas que a pesar de tener un nivel tecnológico e intelectual superior tienen que usar la violencia para demostrar su poder. Paradoja presente en nuestro tiempo actual.
En esta película la raza de los Draags toma control de la raza de los Oms del planeta Terra. Los segundos son débiles ante el armamento y conocimiento de los conquistadores; entonces son puestos en esclavitud y tratados como un pueblo inferior, sin embargo los Oms que no fueron esclavizados planean una rebelión.
¿Tema recurrente en la Ciencia Ficción?
En otras películas del mismo género hemos visto la lucha por la libertad; tenemos Dune (1984) de David Lynch en la que el elegido (Paul Atreides) aprende poderes mágicos para controlar seres de un planeta y así derrotar a la oposición. Un ejemplo más conocido es la saga de Star Wars (1977-2005) de George Lucas, en la que los rebeldes apoyados por los últimos guerreros Jedi deciden terminar con el control del Imperio y los Sith.
Pero ¿Qué sucede con Planeta Fantástico? ¿Cae en la repetición del mismo tema o mejor dicho en el cliché de la ciencia ficción? La respuesta es NO. Gracias a su rebuscada estética surrealista, su trama, y su perspectiva de la paradoja conocimiento/opresión, logra mantenerte en expectativa de lo que sucederá desde el inicio de la película.
También existe una finalidad recreativa y artística importante en la cinta, ya que gracias a su contenido y técnica en audio, animación e ilustración logra estimular e impactar los sentidos del espectador.
La concepción del Poder…
Planeta Fantástico concibe el poder de forma distinta a otras películas. En ésta, la frase de “El conocimiento es poder” toma real significado ya que los Draags son una especie que puede entrar en trances y hacer viajes fuera de sí para conocer mas acerca de sí mismos y de su entorno. Es por ello que creen tener una posición de superioridad ante los Oms. Esto cobra sentido porque los Draags se sienten amenazados una vez que los Oms pueden llegar a obtener el mismo conocimiento que ellos, en ese momento empiezan a actuar de manera mas errática para exterminarlos.
Doble nacionalidad y analogía realista.
La película en un principio comenzó a ser producida en Checoslovaquia, pero debido a la invasión de la Unión Soviética a este país y su régimen autoritario el cual ponía en riesgo la producción artística, el equipo se mudó a Francia y ahí terminaron de crear el filme y lo presentaron en Cannes donde ganó el premio especial del jurado en 1973.
Los analistas y críticos aseguran que la cinta estuvo basada en esa invasión, y si nos detenemos a pensar podemos darnos cuenta que tiene bastante lógica. La URSS se consolidaba como una potencia con mucho poder (Los Draags son representados como gigantes) y con un deseo expansionista de conquistar a países para que adoptaran su ideología, si no lo hacían eran obligados a aceptar el nuevo régimen como si de esclavitud se tratase (Los Oms eran representados como una sociedad primitiva y organizada en tribus), tenían por lo tanto una percepción de superioridad por su “ideología dominante”. Eso mismo sucede en la película, una sociedad avanzada y con mayor potencial intelectual se apodera de los que tienen una menor producción ideológica.
¿Por qué ver ésta película?
Al verla no solo obtienes un deleite por la calidad audiovisual y la interesante propuesta estética empleada, sino que puedes entender una porción de la realidad, puedes darte cuenta que solo las sociedades puestas en igualdad de condiciones tecnológicas e intelectuales podrían vivir en armonía, propone que si empezamos a compartir el conocimiento entre pueblos y comenzamos a actuar más como raza que como países separados podremos acabar con las diferencias, intolerancia y por supuesto la guerra.