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H. Miyazaki y la resistencia al anime.

La animación japonesa, mejor conocida como anime, es desvirtuada en bastantes ocasiones y por distintos motivos; existe una resistencia hacia el consumo de productos audiovisuales que se encuentran en esa categoría.

Hay algunos prejuicios sobre características, temas y seriedad utilizados en muchas de las producciones de anime. También hay personas que se alejan de forma total del género llevado a la pantalla grande porque no se sienten identificados o cómodos cerca de la subcultura que rinde fanatismo extremo a personajes e historias de series televisivas del género.

De cualquier manera los fanatismos extremos hacia cualquier concepto nunca terminan siendo sanos, al considerar un solo elemento como algo indiscutiblemente mejor que el resto de lo existente estás cerrando tu mundo a nuevas posibilidades. Todo fanatismo llevado al límite es una ceguera ideológica y conceptual hacia otras propuestas.

Una gran parte de series de anime que salieron al aire en los 80´s (Dragon Ball, Super Campeones, Pokemon, por citar algunos) venían cargadas de un toque humorístico e infantil, el cual era asimilado de mejor manera por niños. Y esta infantilización sin duda era notable ya que en ciertas ocasiones los personajes cometían errores con su actitud de torpeza y eso era complementado con expresiones faciales extrañas que no tenían función para explicar la trama y que caían en lo ridículo. Otro factor negativo fue la presencia de los personajes femeninos (aún ahora) con propiedades demasiado voluptuosas en sus cuerpos y en papeles secundarios, en realidad estos personajes no tenían un carácter fuerte y en muy pocas ocasiones ayudaban al héroe, demostrando habilidades que igualaran la fuerza de éste. Hablando de temas constantes, muchas de esas series pertenecían al género de acción, ese tipo de historias en las que el héroe siempre resultaba vencedor.

Todo lo que se menciona anteriormente son los motivos por los que se desvirtuó en ciertas épocas y para ciertos públicos el anime, sin embargo en televisión y cine aparecieron algunos animes de mayor calidad que funcionaron para acabar con falsas creencias del género, uno de los directores que logró innovar y recientemente lo continúa haciendo con su colorido y alucinante universo en el que se utilizan protagonistas inusuales, temas fantásticos y folclore japonés; es Hayao Miyazaki.

En primer lugar hablaremos de los protagonistas en obras de este artista, en ellas existen figuras principales que no necesariamente son fuertes, sino que aprenden por medio de las experiencias y la necesidad de proteger a otros; algunos de estos personajes protagónicos también son femeninos como lo vemos en El viaje de Chihiro, La Princesa Mononoke, Nausicaa del Valle del Viento y Mi Vecino Totoro, etc. En éstas últimas cuatro cintas, el personaje muestra poder y rompe con la concepción del héroe masculino. Lo más importante es que Miyazaki no recurre a la sexualización del personaje para atraer más público, da poder al personaje femenino y lo destaca por sus habilidades, al mismo tiempo no tiene que recurrir a la ridiculización del personaje para dar énfasis a torpezas sino que muestra emociones más reales sin la exageración.

En realidad en esas películas e incluyendo El Viento se Levanta hay temas serios que llevan a la conciencia, el valor de las personas y las circunstancias en las que se ve envuelto el ser humano.

Por último para poder decir que Hayao es un artista con gran creatividad y que sabe combinar colores y formas en una gran armonía con elementos folclóricos de su país debemos basarnos en la fantasía que nos proyecta por medio de su ilustración.

Un lugar de descanso para dioses, un mundo distópico en el que la contaminación ha creado una selva tóxica con insectos gigantes, una casa alejada de la ciudad donde se manifiestan los espíritus del bosque, Japón en los 40’s y hay muchos más lugares en los que se desarrollan las historias del artista. En esos ambientes hay una gran sensación de lo que es naturaleza, todo el tiempo se observan colores vivos y paisajes que te llevan a lugares pacíficos con especial frescura y singularidad, es un tipo de fantasía envolvente que te hace querer ir a ese mundo cautivador de sentidos, una atracción hacia lo que es diferente. En ese fantástico lugar incluso lo que tiene intención de ser malvado o feo, tiene su propia estética. La combinación de seres milenarios y el mundo humano hacen de cada película una aventura emocionante.

Todos esos elementos de trama, seriedad y roles de personajes sumado a la estética y aunado a excelentes piezas musicales, hacen de Hayao Miyazaki una referencia obligada del anime, nos abre una puerta a algo diferente y explosivo artísticamente hablando, un arte cambiante y contrastante que le devuelve la virtud a ésta animación japonesa.

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