En 2010 el director Franco-Canadiense Denis Villeneuve sacó la película Incendies, la cual ganó mejor película en los Adelaide Awards. Este director cuenta con una nominación al premio BAFTA y a algunos otros premios, en total ha ganado 61 premios a lo largo de su carrera. Es igualmente conocido por Prisioneros (2013), la adaptación de la novela de José Saramago “El hombre duplicado” llamada Enemigos idénticos (2013) y por la actualmente nominada a tres oscars como mejor cinematografía, mejor música original y mejor edición de sonido Tierra de Nadie: Sicario (2015).
En Incendies se muestra una realidad que aún es vigente en éste 2016, se trata de las guerras y olas de violencia que han ocurrido en esa región, ya sea por parte del odio religioso o por la intervención extranjera que fácilmente se oculta bajo el argumento de la resolución de conflictos pero que está basada en otros intereses.
El odio y la historia generacionales desde el relato cinematográfico
En el filme se nos muestra un camino que es recorrido nuevamente, es muy interesante ya que en el tiempo presente la hija de Nawal Marwan, Jeanne Marwan, está tomando los mismos rumbos que tomó su madre, esto lo hace para descubrir el pasado de su madre y como es que ella existe en este mundo, para ello realiza un viaje al otro lado del mundo y busca personas que tuvieron contacto con su difunta madre.
Jeanne vuelve a presenciar la hostilidad de la región pero en formas menos violentas y espontáneas, de cualquier manera siente las sensaciones igual de intensas, porque aunque la historia de la madre ya fuera cosa del pasado y pudiera existir un perdón hay un odio generacional que le afecta a Jeanne por la falta de humanidad que podría ser equiparable al de esa época anterior.
El uso de la cinematografía es crucial para explicar esta transición de las mismas vivencias entre generación y generación, la técnica para contar consiste en flashbacks de las mismas ubicaciones, se nos lleva al pasado de la madre en esos mismos caminos pero con hechos y emociones diametralmente opuestos.
Mientras que Jeanne busca su pasado para poder entender su exsitencia, Nawal busca resolver su presente y poder seguir viviendo a pesar de las adversidades y cuestiones destructoras de la voluntad, podemos ver que siempre guardó las peores experiencias en lo profundo de su ser y continuó con una actitud perseverante para asegurar su futuro, ambas historias en los mismos lugares.
Jeanne solo quiere cumplir la última voluntad de un ser querido que la podría llevar a conocer su realidad, y a cambio sólo recibe malos tratos y actitudes basados en un odio racial, religioso y posiblemente de clase, en ciertos puntos de ambas historias se repiten sentimientos, que llegan desde distintas situaciones.
La importancia de las últimas voluntades
Al principio de la película se presenta el argumento mediante el cumplimiento de las voluntades de Nawal Marwan, antes de ser enterrada, a sus hijos mellizos se les pide encontrar a su padre y a su hermano en un país de Medio Oriente (Presuntamente Palestina), se trata de un viaje de descubrimiento y de cierta manera lleva a pensar en los motivos de una persona para existir, una búsqueda de propósitos basada en la identificación de aquellos que te dieron vida, el conocimiento del pasado lleva a no cometer los mismos errores en el futuro, es un proceso de aprendizaje.
El mellizo de Jeanne (hija de Nawal) Simon Marwan se muestra escéptico y cree que las voluntades de su madre son ridículas supersticiones, su pensamiento está guiado por su falta de cercanía con su madre y por un sentimiento de querer dar un cierre a un evento trágico de forma rápida y sin complicaciones, quiere dejar de sentir dolor de forma rápida.
Pero al finalizar el filme y después de la investigación exhaustiva de Jeanne entendemos lo importante que puede ser cumplir las últimas voluntades de aquellos que estuvieron junto a nosotros en nuestros peores y mejores momentos, no podemos ver esas últimas voluntades como caprichos porque el difunto puede querer que descubramos cosas importantes que nunca pudo contarnos en vida. Para Jeanne y Simon el hacer lo que su madre les pedía supuso una gran parte de sus pasados y una forma de que se dieran cuenta que afrontar los problemas de forma directa no siempre lleva a ganancias, sino que desafortunadamente a veces escapar es la única salida, a veces escapar no significa cobardía, sino que es una respuesta del instinto de supervivencia, que gracias a eso ellos pudieron existir.