¿Qué se debe hacer como pueblo cuando tu gobierno no actúa por tu bienestar? ¿Los intereses de unos cuantos pesan más que los de toda una nación? Esto mismo se preguntó el pueblo ucraniano y en el documental Winter on Fire: Ukraine’s Fight for Freedom, de Evgeny Afineevsky, nos cuenta que sucedió.
Es la historia de la llamada “revolución naranja”, un movimiento que se realizó entre 2013 y 2014, durante 93 días, en la ciudad de Kiev, Ucrania, y en el cuál el pueblo le exigió a sus autoridades su adhesión a la Unión Europea, a lo cual el Parlamento se negó.
La reacción de la sociedad fue a través de una protesta pacífica para pedir que fueran escuchados, fundiéndose en un sentimiento de unidad entre los involucrados varias poblaciones ucranianas, sin importar la edad, color de piel o creencias religiosas; la respuesta que recibieron fue más escalofriante de lo que se esperaba.
Fueron una serie de enfrentamientos armados de grupos anti marchas contra la ciudadanía; utilizando gases lacrimógenos, granadas de estruendo, balas de goma y armas de fuego, y se estima que a lo largo de los ataques hubo alrededor de seis mil bajas civiles.
¿Enfurece? Por supuesto que sí. La brutalidad con la que el gobierno acribilló a su pueblo, a quienes se supone que juraron servir y proteger, fue tan indignante que puede arráncale al espectador lágrimas de rabia, coraje e incredulidad, ya que miles de ciudadanos estuvieron dispuestos a morir por su país.
Los combates cesaron tras la amenaza de un levantamiento militar si el presidente Viktor Yanukovich no renunciaba, horas después escapó del país y posteriormente el Parlamento Ucraniano acordó adherirse a la Unión Europea, aunque eso no detuvo el conflicto por completo.
Podríamos preguntarnos, ¿esto es algo nuevo de nuestros días? Desafortunadamente no. Existen casos como la matanza del 68 en México, o la persecución del gobierno hacia los opositores del chavismo en Venezuela, sólo por mencionar algunos, que han sido víctimas del hostigamiento de las autoridades pero, como Ucrania ya lo demostró, teniendo un pueblo unido cualquier régimen tiránico temblará.