Platón es conocido como el más importante filósofo de la Antigüedad, sus ideas influyeron el pensamiento del hombre desde entonces y debido a esa importancia es que sus obras se continúan leyendo y estudiando a fondo en la actualidad. Lo que muchos ignoran es que Platón también fue un literato y de hecho uno de los mejores.
Platón nació dentro de una familia acaudalada en Atenas en el siglo IV a.C, al crecer en la ciudad que era el esplendor de las poleis griegas se instruyó en la retórica y la filosofía. Fue gran admirador de los Pitagóricos y uno de los seguidores de Sócrates. A los cuarenta años funda su propia escuela conocida como “La Academia” , gracias a ella es que se conservan sus escritos pues sus estudiantes transmitieron sus obras de manera continua hasta la época helenística donde fue clasificado dentro del canon literario de Grecia y conservado en la biblioteca de Alejandría. A partir de ahí su influencia aumentó, de modo que durante la época medieval era una autoridad incuestionable y aún hoy en día nadie lo ha podido superar.
Poca gente escribía durante la época de Platón debido a la creencia de que si una idea se preservaba por escrito ésta se olvidaba pues ya no era necesario repetirla varias veces en voz alta. Lo que hizo fue escribir a manera de diálogos, los cuales se acercaban a la oralidad de los discursos que se pronunciaban en las plazas y así le fue más fácil redactar sus ideas.
Sus diálogos se desarrollaron con base en la dialéctica, es decir, discutir los temas mediante una serie de argumentos contrarios entre los personajes (generalmente Sócrates y alguien más) y al final llegar a una resolución, pueden distribuirse de la siguiente manera:
• Diálogos Aporíticos-no hay una respuesta final al planteamiento, la discusión se corta cuando se acaba el diálogo y no se sabe qué pasó después.
• Diálogos Elenjos- alguien llega con Sócrates y le plantea algo por lo que discuten y obtienen una nueva respuesta. Hay más carácter expositivo, se deja que los interlocutores hablen en lugar de buscar contradecirlos, la dialéctica se desarrolla más aquí.
Debido a la cantidad de personajes que Platón maneja en sus diálogos uno de los más grandes problemas que enfrentan los estudiosos es averiguar si el argumento que plantea es suyo o si pertenece a alguien más. Alfred E. Taylor habla en su libro: Platón sobre esto y dice que los personajes de los diálogos platónicos no son los personajes históricos del mismo nombre sino versiones ficticias creadas por el filósofo para exponer su tema.
En el siglo XIX surgió una disciplina conocida como “Estilometría” la cual analizó el estilo de Platón considerando el elemento dramático como escenario y a las características literarias que él les daba a los personajes. Entre estas se encuentran las funciones de la lengua, los tipos de versos que usó, cuántas veces los usó, las partículas en griego, etc.
La lengua griega alcanzó un culmen gracias a Platón tanto así que hoy en día los estudiantes del lenguaje griego deben leer sus obras para poder aprender bien el manejo de los diversos recursos gramáticos y sintéticos. Platón fue el maestro de Aristóteles quien a su vez influyó también a muchos intelectuales a través de las épocas y los cristianos del medievo relacionaron sus obras con el Antiguo Testamento para así crear una nueva forma de entender la palabra de Dios.
Los temas que expuso cambiaron la filosofía para siempre y lo hizo con una elegancia literaria tan singular que nos obliga a verlo por sus dos caras; el gran filósofo pero también el gran poeta.