top of page

El arte contemporáneo como símbolo de la decadencia social.


¿Qué es el arte? Hemos escuchado tantas explicaciones… el arte es individual y a la vez grupal, pues es una manifestación del pensar y sentir humano, por supuesto también debe tener el apoyo de una academia para ser reconocido, ya saben cuestiones formales. Ahora bien, apostaríamos a que tú tienes una opinión completamente distinta, y eso es lo enriquecedor del asunto. No obstante, en la actualidad hay algo que abofetea a todas esas expresiones que conocemos como Arte: el modernismo (o en lo que ha mutado), es un golpe a la evolución del pensamiento humano o al menos eso pensamos cuando visitamos en semanas pasadas Material Art Fair (MAF) en Expo Reforma CDMX.

Actualmente existen diversas manifestaciones “artísticas” a nivel internacional, la pregunta es ¿realmente podríamos considerarlas arte? Este tipo de expresiones tienen a una academia que las respalda en todos los niveles, algunos las defienden diciendo que contienen un "valor individual”, sin embargo a simple vista no son más que objetos sin sentido y faltos de valor estético.

¿Qué tipo de mentes están al frente de las comunidades artísticas de todo el mundo? ¿Acaso los estándares se han perdido de tal forma que en la actualidad dos tapas para W.C pueden exhibirse en galerías de arte y peor aún… vender como tal, a precios disparatados?

El clasismo es otro punto a tratar en cuanto a la aceptación de una obra, nos dimos cuenta de esto al visitar MAF, pues la feria se autoproclamó como un lugar de exposición para artistas emergentes, la diversidad en un solo lugar… algo alejado de la realidad, pues las galerías preferidas en ese espacio eran europeas (bien posicionadas), poquísimas latinas y sólo 2 mexicanas, la situación se cuenta sola. Este punto es importante pues la mayoría de los asistentes, quizá un 90%, pagaron $250 (precio del boleto de entrada) no por admirar el trabajo expuesto, sino por entrar a los diversos bares que la feria ofrecía, podemos apostar que ninguno comprendió en ese momento el “significado” del evento, si es que lo hubo.

Quizá no era el lugar al que estábamos acostumbrados, pues no nos ofrecieron argumentos convincentes. ¿Una piña con audífonos? ¿Un papel enrollado y colgado en la pared? ¿Tapas de baño de colores? Señores, esto se nos está saliendo de las manos, pues el valor artístico es tan variable que hasta una pluma sobre una hoja podría llamarse arte y venderse por $25,000.(créenos ese era el precio) Opinemos al respecto, expresémonos y sobre todo, apoyemos a aquellos artistas que en verdad nos provoquen con su trabajo… no importa nacionalidad, o estatus social; hagamos que ellos sean el futuro del arte y no sigamos en la decadencia artística.


bottom of page